Hacia el
final de la guerra…
Batalla de Stalingrado 1942- 1943– los rusos logran
expulsar a los alemanes.
1943 – Italia se retira de la guerra.
Firma el armisticio el 8 de setiembre.
Desembarco de Normandía – inicia la fuerte ofensiva por la liberación de Francia.
El ejército
aliado entra en Alemania llega a Berlín
que queda cercado el 25 de enero de 1945. El 30 de abril se suicida Hitler en
Berlín cercado.
Sólo queda Japón resistiendo para el cual Estados Unidos decide
utilizar la bomba atómica.
Bombardeo a
Hiroshima y Nagasaki.
Las
repercusiones de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki a 72 años de su
lanzamiento.
Tarea:
Primeramente deberán
consultar la información que figura en la sección recursos.
Luego deberán elaborar un guión o texto donde entre dos o más
personas se debata sobre las dos
posturas en torno al lanzamiento de las bombas atómicas – una persona debe justificar
el lanzamiento y la otra la criticarla - (debe
tenerse en cuenta que no se trata de exponer primero una postura y después la otra, sino que debe figurar un
diálogo o discusión entre ellas). Para elaborar el guión o texto
pueden imaginarse que son tres periodistas, donde uno de ellos sea el moderador
de la discusión entre los otros dos invitados. Pueden comenzar la redacción
informando brevemente en qué consistió el lanzamiento y luego que se debata
entre las posturas en torno al mismo y en clave de derechos humanos desde una
mirada actual.
Debe aparecer también una
reflexión sobre el inicio de la era nuclear que marcan estos acontecimientos y
lo que significan para la humanidad.
Recursos:
TESTIMONIOS:
“Una niña en Hiroshima.”
“Sadako Sasaki fue el
nombre de una niña japonesa que falleció el 25 de Octubre de 1955. En 1945 cayó
la bomba atómica sobre Hiroshima. Sadako había cumplido dos años y no
experimentó lesiones visibles. Diez años después era una buena alumna, alegre,
que participaba en competencias con otros niños de su edad. Un día sintió un
cansancio mayor y algunos mareos. Sometida a un examen, se descubrió que padecía
leucemia. Sadako no quería morir de aquella enfermedad que todos llamaban “la
enfermedad de la bomba atómica”. La visitó en el hospital una compañera de
estudios. Ella le contó que plegando en papel mil grullas, ave sagrada en todo
el Oriente y a la que se atribuye una prolongada longevidad, podía salvar su
vida. Sadako plegó las mil grullas y aún prosiguió su tarea. Aumentaba el
número de grullas, pero aumentaba su debilidad a la que, por ratos cada vez más
espaciados, lograba vencer con su tenacidad y deseos de vivir. No fue posible.
Sus treinta y nueve compañeros de clase acordaron formar un club e iniciaron
una colecta para erigirle un monumento, lo que lograron mediante el concurso de
tres mil escuelas de Japón y de otros nueve países. El monumento se inauguró el
9 de Mayo de 1958. Se llama “El monumento de los niños a la paz” y se encuentra
en el centro de la ciudad de Hiroshima, en el Parque de la Paz. Tiene escritas
estas palabras: - Este es nuestro grito – Esta es nuestra plegaria – Construir la
paz en este mundo –.”
Extraído de Antonio Fernández. “Historia del Mundo
Contemporáneo”. Editorial Vicens Vives
CARTA DESDE NAGASAKI (Fragmento)
Nagasaki, 1952
Inmediatamente después de
la explosión de la bomba, los que aún podían moverse formaron dos grupos: el de
los que se quedaron allí, donde les había sorprendido el bombardeo y el de los
que emprendieron la huida.
Quienes se quedaron, bien
fuera para acudir en socorro de los amigos heridos, o para tratar de salvar su
piso, su oficina, su fábrica, se vieron rápidamente rodeados por las llamas y
murieron junto con aquellos a quienes querían salvar.
Al aproximarse las llamas,
nosotros nos refugiamos en la colina que se eleva cera de nuestro hospital, y
así fue como por milagro mis vecinos y yo pudimos escapar de la muerte.
Acá y allá encontrábamos
estudiantes y enfermeras caídas. Los recogíamos y los trasladábamos un poco más
arriba, donde el fuego ya no podía alcanzarlos.
Yo estaba herido y perdía
mucha sangre. Durante unos instantes perdí el conocimiento. Cuando volví en mi
me vi tirado bajo el torbellino de la nube atómica (...)
Al día siguiente desde la
colina situada detrás de la clínica pude ver las ruinas de mi casa, solo
quedaba un montón de cenizas blancas.
Mi querida facultad
desapareció en medio de las llamas, mi mujer no era más que un montoncito de
huesos carbonizados que fui recogiendo uno a uno frente a las ruinas de la
casa.
En lo que a mí respecta, a
la larga enfermedad que me produjeron mis investigaciones sobre los rayos X se
ha añadido ahora la enfermedad atómica en su forma más aguda, lo que unido a mi
herida en el costado derecho me ha reducido al estado de inválido.
Los que habíamos sufrido directamente
el bombardeo no teníamos la más ligera idea de lo que podía ser la bomba
atómica. Tampoco yo había pensado un solo instante que esa bomba representara
algo tan insólito y terrible.
Para mí se trataba de una
superbomba o algo por el estilo, sólo cuando la claridad fue suficiente para
poder ver algo, me dije mientras miraba en torno mío "Es el fin del
mundo".
El mundo entero gritó
"La bomba atómica no puede utilizarse nunca más". Y sin embargo me
entero de que a la bomba no se la considera tan terrible ni tan inutilizable.
"A una ciudad no se la destruye nunca completamente....Siempre hay
supervivientes. Con el tiempo la radioactividad desaparece. Se trata solo de un
arma nueva más eficaz que las utilizadas hasta ahora". ¡Más eficaz!...
¿Qué saben quienes así hablan?